Llevamos casi un mes, desde que Pablo Fernández Burgueño publicara un post, hablando de cookies, sobre una “ley de cookies” que ni siquiera es tal, pero que a todos nos sirve para referirnos a la cuestión que ha suscitado un montón de artículos y opiniones en el tiempo transcurrido.
Todo ello motivado por el inicio de un procedimiento sancionador de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) contra una empresa que no cumple lo establecido en la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico, conocida como LSSI o LSSICE y concretamente con el artículo 22.2 modificado por Real Decreto-ley 13/2012, de 30 de marzo.
En cualquier caso, no se trata de desgranar dicho artículo ni rebuscar comparaciones con otras aplicaciones similares a este tema, como las que el Reino Unido realiza, pues para ello todos hemos leído muy buenos artículos en estos días, que son tantos que no tiene sentido enlazarlos.
Entre tanto, se encuentra en tramitación el Proyecto de la Ley General de Telecomunicaciones que afectará entre otros aspectos a algunas cuestiones que la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI) regula, incluidas las cookies y que de manera breve hemos ya señalado en nuestro post de hace una semana (Cambios en la LSSI: luz verde al proyecto de Ley General de Telecomunicaciones).
La cuestión es que veremos una vez publicada, como quedará la misma, si bien es cierto que hay cuestiones que son interesantes como el hecho de crear la figura del apercibimiento, al igual que en la LOPD, pues suprimir la sanción “directa” y en su lugar apercibir al sujeto responsable para que adopte las medidas correctoras oportunas, genera algo de tranquilidad.
Después de leer y hablar mucho sobre este tema, muchos comentan: ¿qué hay detrás de la “Ley de Cookies”?
Volviendo al tema principal, hemos de reconocer que después de leer mucho y hablar, bien con gente de la calle como con expertos en la materia, tanto desde la perspectiva comercial, técnica y jurídica como desde el punto de vista del usuario/consumidor o de las empresas que hacen e-commerce y de los profesionales en la red, muchos han llegado a la misma y simple conclusión: ¿qué hay detrás de la “Ley de Cookies”?
Hubo quien lo comparó con la cerveza, ya que al que le gusta la cerveza de siempre, la sin, la 0,0 puede ser sustitutiva cuando no hay más remedio, pero para el que la quiera “con” la seguirá comprando aunque haya “ley seca”, aunque vistas las sanciones que les podrían caer, me temo que no se atreverán.
Si hubo coincidencia, en manifestar su incredulidad ante una normativa que consideran excesiva en cuanto a su aplicación, pues afecta a “grandes y pequeños”, como a que crea indefensión respecto a otros mercados/proveedores a los que no les aplica ninguna normativa tan estricta.
Ya hemos comentado en otros artículos que la privacidad que establece la normativa LOPD y LSSI enfocada en un mercado global hace que cuestiones “locales“ como esta, marquen el propio devenir de la privacidad, ya que se refleja en términos de COMPETITIVIDAD cobrando un papel demasiado importante, cuando se trata de perder o dejar de ganar dinero frente a competidores que tienen otras reglas. Volvemos a la cuestión ya planteada en otras ocasiones, es decir, sigamos hablando de un mundo global gestionado de manera global o marcada por la Seguridad Jurídica de aplicación.
Si hay quién se empadrona en alguna localidad por el mero hecho de ahorrase unos euros, que no haremos otros por optar a ganarlos de manera más sencilla o con menos dolores de cabeza.
Opiniones dispares y para todos los gustos
Otros opinan que cumplirla puede penalizar el SEO a día de hoy, otros que ni las propias Administraciones Públicas la cumplen, que las redes sociales como Facebook no pueden alojar páginas de empresa o que la publicidad compartamental estaría muerta y en último caso que se puede recurrir a la confianza legítima ante una sanción.
Hay otros que opinan, ya de una manera algo más privada, que se trata de algún cambalache-compadreo entre alguno que quiere aprovechar el contexto para ganarse unos euros mediante la venta de scripts o vaya usted a saber, pues tal y como estamos cualquier cosa se puede esperar.
Pero es que además, la calle opina que al Usuario en realidad esto le suena a chino y aceptará sin leer y comprender cualquier texto (legal o no) que le permita satisfacer su necesidad en la red, aunque eso sí, la sanción caerá sobre el españolito de a pié.
Nuestra opinión
La opinión de Eurovima, es una mezcla de todas ellas pero en cualquier caso lo que nos preocupa es conocer exactamente qué y cómo hacer para cumplirla, al menor coste posible para todos y cuanto antes mejor, pero teniendo claro que ello no puede suponer una perdida en confianza y competitividad, ya que no nos lo podemos permitir.
En cualquier caso, veremos cuando finalice la resolución, que es lo que ha opinado al respecto la Agencia, mientras continúa en el aire esa cuestión: ¿qué hay detrás de la “Ley de Cookies”?, de las que os pedimos vuestra opinión.